ISTMO DE TEHUANTEPEC OAXACA:
El despojo criminal y el camino de la juventud indígena.
El istmo mexicano se pone nuevamente en la mira de los
intereses de empresas transnacionales para los cuales el canal de Panamá ha
disminuido el potencial de traslado interoceánico. Pero además, la gran
biodiversidad, la riqueza del subsuelo, y la gran cantidad de pueblos indígenas
asentados en la cintura mexicana no podían ser desaprovechados por estas
empresas, a quienes la clase política ha facilitado megaproyectos, mediante la
aprobación de reformas estructurales que permitirán suprimir los obstáculos que
podrían encontrarse. A esto, se adhieren empresas mexicanas que encuentran una
oportunidad para incrementar sus ganancias. Los miembros de la clase política y
empresarial ligada al crimen organizado se convierten entonces en accionistas y
beneficiarios del jugoso negocio que significa imponer un corredor industrial
en la región.
Empresas marítimas que operan en el puerto de Salina Cruz
como: MULTIMAR, Multimodal Marítima de Salina Cruz S.A de C.V., NAVIPAC, S.C.,
OPERISMOS S.A., Agencia de Buques Shipping Agencies y TECNITRANS buscan ser los
mayores beneficiarios de este corredor industrial, razón por la que sus
representantes han emprendido la tarea de convencer a empresarios locales, a
quienes invitan a participar en reuniones periódicas con la Conferencia
Nacional de Gobernadores (CONAGO) -que ahora preside Jorge Herrera Caldera,
actual gobernador de Durangopara ofertar el territorio de los pueblos del Istmo
sin el consentimiento de éstos, donde se exponen diversas propuestas que van
desde la implementación de grandes bodegas en territorio de Santa María
Mixtequilla para el almacenamiento de productos que llegan en trasatlánticos
antes de ser transportados por vía terrestre, hasta la creación de servicios
mecánicos industriales para la compostura de aerogeneradores, servicios con los
cuales no se cuenta actualmente.
Aunado a lo anterior, existen en la región 15 concesiones
mineras en la antesala de la explotación sin que las comunidades se encuentren
informadas, las concesiones se encuentran en Santiago Astata con Minera
Zalamera y 3,553 Has., para la extracción de oro y plata hasta el 2060; Santo
Domingo Tehuantepec con Minera Minarum Gold, Minarum Gold Inc., y Minera
Zalamera con 1,641 Has., 880 Has., y 22,562 Has., respectivamente, con periodos
que van del 2058 al 2062 para la extracción de oro y plata; Santa María
Mixtequilla con Minera Zalamera y 1,665 Has., concesionadas hasta el 2062, en
este caso, parte del polígono de la minera abarca territorio de San Pedro
Comitancillo para la extracción de oro y plata; Santa María Totolapilla con
Arco Resources y Arco Resources-Continuum donde 3,059 Has., y 1,263 Has., han
sido concesionadas hasta el 2056 para la extracción de oro y plata; Santiago
Laollaga y Santa María Guienagati comparten un polígono concesionado a Minera
Plata Real por 12,599 Has., para la extracción de oro y plata con vigencia
hasta el 2058; Santo Domingo Chihuitán con Minera Plata Real tiene una
concesión de 11,995 Has., para extraer Oro y plata hasta el 2058; El Espinal,
Asunción Ixtaltepec y Santo Domingo Chihuitan comparten un polígono de 9,969
Has., concesionado a Riverside Resources México para la extracción de oro y
plata. San Miguel Chimalapa y Santo Domingo Zanatepec comparten dos polígonos
concesionados a Minera Zalamera, uno de 5,674 Has., y otro de 1,484 Has., para
la extracción de oro y plata con una vigencia hasta el 2058; finalmente, Santo
Domingo Zanatepec tiene concesionado a Geometales del Norte 17,966 Has., para
extraer oro y plata hasta el 2058.
Estas empresas mineras han financiado campañas electorales
para posicionar a presidentes municipales, quienes devuelven los favores
otorgando permisos y documentos sin el consentimiento de sus comunidades, es en
el Partido Revolucionario Institucional (PRI), donde encuentran sus mejores
aliados. Con esto, se crea una alianza criminal en la que también participan
dependencias federales como la SEMARNAT, la CONAGUA, la SEDATU y la Secretaría
de Energía. Estas alianzas operan mediante grupos paramilitares, cuya función
es controlar la inconformidad social que surge en estos tiempos de
descomposición institucional y ante el, cada vez más visible, estado fallido.
La cloaca está a punto de desbordarse, corre el riesgo de
quedar al descubierto el nivel de complicidad criminal y la situación real en
que se encuentran comprometidos estos territorios.
Ante este oscuro panorama resurge un movimiento de jóvenes
indígenas istmeños de comunidades zoques, zapotecas, mixes, ikoots y
chinantecas, que preocupados por el futuro aterrador que nos espera, han
decidido empujar con esfuerzo revitalizador un movimiento que tiene como objeto
el empoderamiento de las comunidades para la solución de sus problemas, sin
mayor injerencia de personas e instancias ajenas, y con esto reforzar el camino
hacia la autonomía, pues es el único camino que permitirá la subsistencia como
pueblos originarios. El caminar de los jóvenes indígenas, aunque alentador, es
una actividad de alto riesgo pues, como se ha demostrado recientemente en
Ayotzinapan en el estado de Guerrero, para el grupo en el poder, aniquilar a la
juventud indígena no es cosa de mayor dificultad.
Así, corresponde ahora a la sociedad en general no perder de
vista estos esfuerzos, pero también participar activamente, buscando el modo de
sumar todas las voces y unirse en un movimiento organizado que articule todas
las demandas.
Desde el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, México.
Gabriel Ángel Pérez
Movimiento Agrario Indígena Zapatista – MAIZ
Octubre 2014