lunes, 10 de marzo de 2014



ANTE AL DESPOJO 
SURGE NUEVA ORGANIZACIÓN NACIONAL INDIGENA Y CAMPESINA

Por Carlos Beas/UCIZONI-MAIZ

A una pequeña comunidad nahua de la Sierra Norte de Puebla, llamada Cuahutapanaloyan, desde el día siete y hasta el 9 de marzo de este año  hemos concurrido cientos de integrantes de organizaciones indígenas y campesinas de todo el país, y nos reunimos para compartir  experiencias en el difícil caminar que ha significado la defensa del  territorio. Aquí se  encontraron viejos luchadores como Nacho del Valle del Frente de Defensa de la Tierra de Atenco con mujeres como María Isabel indígena binniza de la Asamblea Juchiteca que defiende su tierra de la invasión eólica. Asisten también los viejos luchadores de la Sierra Norte de Puebla, que vienen  de Huehuetla, Zautla, Olintla, o Tetela y que nos dicen como enfrentan los proyectos mineros de ricos como Carlos Slim o Germán Larrea  y también se escucha con atención los jóvenes activistas veracruzanos que narran como decenas de represas amenazan los ríos de ese estado. En náhuatl de Chilapa, una mujer llama a no tener más miedo al Gobierno y recuerda que es el Día de la Mujer, y de cómo las mujeres como Nestora se están integrando a las policías comunitarias y que por ello están presas, a lo que en su idioma mazahua un maestro del Estado de México responde que sin mujeres no hay lucha ni vida.

Se dio lectura a un mensaje de los comuneros de Cacahuatepec, Guerrerro, en el cual denunciaron el acoso y la persecución que sufren por lucha en contra de la represa La Parota y así en muchas lenguas se dan saludos, se hacen denuncias y se hacen llamados a la unidad. También se hace presente una delegación de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación la cual en voz de un maestro michoacano manifiesta su respaldo a las luchas de los pueblos indígenas y campesinos y anuncia la urgencia de fortalecer la alianza frente a la imposición de reformas estructurales que agreden a los pueblos de nuestro país.

Entre gritos y consignas de que Zapata y Villa viven se dijo  que sufrimos una nueva invasión, con sus malinches y gachupines y que la Nación mexicana corre hoy en día un grave peligro, y que no es momento de divisiones ni de descansos. Se recuerda que hace casi 500 años cuando los europeos invadieron por vez primera estas tierras mexicanas, nuestros pueblos estaban divididos y enfrentados entre sí y ello les facilito la conquista, que tan caro hemos pagado. Por ello se dice que salvar a México requiere que sus hijas e hijos se unan y la defiendan de las empresas trasnacionales y de los malos gobiernos.

Estudiantes de numerosas escuelas y universidades escuchan con atención el llamado que en lengua totonaca primero y en español después les hace un líder comunitario a que se sumen a la lucha de los pueblos que defienden su derecho y a su vez jóvenes de la UAM, el Poli, de las normales rurales, de las interculturales y de la UNAM narraron de como algunas de las escuelas están alejadas de la vida social y del compromiso, pero que ellos ahí están presentes.

Y, si más de 800 delegados, representantes e integrantes de decenas de pueblos, organizaciones, colectivos y redes provenientes de  14 estados nos hemos reunido en la Sierra Norte de Puebla en el Encuentro Nacional Indígena y Campesino por la Defensa de la Tierra y el Territorio. Los trabajos se iniciaron en la pequeña comunidad de Cuamono amenazada por la construcción de una represa, y el resto de los trabajos tuvieron lugar en el pueblo de Cuahutapanaloyan, donde la primera actividad fue la celebración de un ritual macehual, donde se ofrendó a los cuatro puntos del universo y se pidió a lo divino representado por la Virgen de Guadalupe, la Tonatzin, que acompañara la lucha de los ahí presentes.

Entre los acuerdos logrados ahí se destaca la creación del Frente Indígena y Campesino de México (FICAM) el cual deberá luchar por la defensa de la tierra y los territorios ante la imposición de megaproyectos, la liberación de los presos políticos y en contra de la reforma del campo que ya impulsa el gobierno de Peña Nieto.
Se demandó castigo para los asesinos de Bety Cariño y se expresó la solidaridad con los pueblos que en Puebla, Morelos y Tlaxcala luchan contra la construcción de un gasoducto y dos termoeléctricas, también se exigió la liberación de los presos políticos de Chiapas y de otros lugares, asimismo se acordaron pronunciamientos en apoyo a la lucha de los pueblos que en Veracruz luchan contra decenas de proyectos de hidroeléctricas y en particular se demandaron garantías para los activistas de LAVIDA y también se manifestó la solidaridad con la lucha de los zapotecas del pueblo de Alvaro Obregón Juchitán amenazados por el Presidente Municipal Saúl Vicente. Se exigió también la liberación de los presos de San Miguel Aquila, Michoacán y se le demandó al Gobierno Federal y al del estado de Guerrero la cancelación de la represa La Parota y cese a la persecución en contra de los miembros del CECOP.

Este Encuentro Nacional concluyó el domingo 9 de Marzo, con una marcha en la que participaron cientos de indígenas nahuas y totonacas de esta región poblana integrantes del MIOCUP, y cientos más de indígenas, campesinos, estudiantes, maestros y activistas de muy diversas organizaciones como de la Coordinadora Nacional Plan de Ayala-Movimiento Nacional, el Frente Popular Francisco Villa Siglo XXI, del Movimiento Agrario Indígena Zapatista, de la Unión Popular Revolucionaria Emiliano Zapata, de la Asamblea Popular del Pueblo Juchiteco, de la Asamblea del Territorio, de la Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo, del Frente en Defensa de la Tierra de Atenco, de Tetela hacia el Futuro y de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación entre muchas otras provenientes de los estados de Zacatecas, Chiapas, Guerrero, Tlaxcala, Morelos, Estado de México, Veracruz, Tabasco, Michoacán, Oaxaca, Hidalgo, DF, Puebla, Queretaro, y San Luis Potosí.


La colorida marcha camino presurosa y en medio de un intenso sol,  llegó al pueblo de Santiago Yancuictlapan, donde fue recibida por cientos de sus vecinos y en un nutrido mitin se dio lectura a los resolutivos y acuerdos y se hizo público el llamamiento a otros pueblos y a otras organizaciones de todo el país para que en este momento de grave peligro para la Nación Mexicana caminemos unidos como un solo hombre y como una sola mujer en defensa de nuestros derechos, de nuestra tierra y de nuestra vida. Asi paso en la Sierra Norte de Puebla, tan amenazada ahora por los llamados proyectos de muerte.