El campo no aguanta más la
destrucción de la agricultura y la depredación de nuestras comunidades,
sinónimo de continuismo neoliberal
§ Demandamos un cambio de fondo en la política
agroalimentaria que revalore la agricultura familiar
§ Exigimos la reducción de la pobreza rural con
desarrollo productivo y servicios de calidad
§ No + exclusión, monopolios, dependencia, TLCs
, malnutrición, despojo, uso clientelar del presupuesto público y violación de derechos humanos en el campo
§ El campo requiere cambios de fondo ya,
no pactos ni techo$ a cambio de continuismo
A 30 años de
la política neoliberal en el campo, a casi dos décadas del TLCAN y cinco
sexenios con alternancia partidaria, observamos con profunda preocupación e
indignación que la nueva administración federal pretende continuar la misma
política fracasada hacia el sector agroalimentario y rural que tanto daño ha
causado al campo y al país en su conjunto.
Es
inaceptable que el presidente Peña Nieto haya ofrecido a lo largo de su campaña
presidencial un cambio de fondo en las políticas públicas hacia el campo y
ahora, en la presidencia de la república y a poco más de 100 días del inicio de
su administración, dé continuidad al modelo neoliberal y mantenga las mismas
políticas en el sector agroalimentario y rural:
a)
Mantenimiento de los privilegios para los monopolios agroalimentarios y un
sector minoritario de agricultores comerciales rentistas;
b)
Profundización de la dependencia alimentaria;
c) Negativa
a reconocer potencial productivo de los pequeños y medianos productores;
d)
Continuismo en las acciones a favor de la privatización y despojo de las
tierras y los bienes naturales de los pueblos
originarios.
e) Promoción
del modelo agrícola fracasado de “revolución verde” con transgénicos,
agroquímicos, depredación, dependencia y monopolios;
f) Modelo de
alimentación que destruye nuestra diversidad de culturas de producción y
consumo alimentario e impone patrones de consumo de alimentos y bebidas
chatarra como mercancía que provocan hambre y obesidad al tiempo que aumentan
las utilidades de las corporaciones agroalimentarias;
g)
Persistencia en el uso opaco, clientelar y político-electoral de los programas
rurales, asignando techos presupuestales a las centrales campesinas a cambio de
lograr su apoyo político al continuismo neoliberal;
h) Fe ciega
en el dogma del libre comercio y de los TLCs como el TPP que negocia en secreto
y de espaldas al Congreso y a la sociedad rural y la ciudadanía en general;
i) Política
inercial y caduca en materia de Áreas Naturales Protegidas, basada en un
paradigma de conservación pasiva a costa de violentar los derechos de los
campesinos e indígenas.
j) Falta de
una política de Estado de largo plazo, con presupuesto multianual, certidumbre
y concertación con los sectores productivos del campo.
Frente a
estos hechos de la nueva administración federal y frente al agravamiento de las
condiciones económicas, sociales, ambientales y de seguridad en las comunidades
campesinas y las principales ramas productivas del sector agroalimentario, las
organizaciones del Consejo Nacional de Organizaciones Campesinas (CONOC)
expresamos -desde nuestra autonomía, diversidad, pluralidad e independencia de
partidos políticos y centrales campesinas- nuestra oposición e indignación a la
continuidad de las políticas públicas federales de abandono, desprecio,
exclusión y despojo hacia los pequeños y medianos productores agroforestales y
a las comunidades rurales del país y demandamos, no pactos ni techo$, sino un
cambio de fondo en el papel que puede y debe jugar el campo mexicano –y en
particular el sector mayoritario de pequeños y medianos productores- en el
cambio económico, social y ambiental que requiere nuestro país sobre la base de
las siguientes:
DEMANDAS GENERALES CENTRALES
Autosuficiencia
alimentaria con campesinos e indígenas y con sustentabilidad, sin
transgénicos y sin monopolios. Cambio tecnológico para la productividad,
rentabilidad, sustentabilidad, la adaptación al cambio climático, la soberanía
alimentaria, el derecho a la alimentación y el bienestar de los productores,
sus familias y sus comunidades. Políticas para el fomento de la
producción y apoyo al ingreso en ramas estratégicas; maíz, café y otros.
Producir en nuestro país los alimentos que requieren los mexicanos. No a los
transgénicos. Políticas para el acceso a créditos de menor costo para la
mayoría de los productores rurales. Apoyo al fortalecimiento de los organismos
financieros de las asociaciones de productores. Renegociación del TLCAN y no al
TLCAN plus que es la Asociación Transpacífica (TPP).
Precios
remunerativos y certidumbre en la comercialización de las cosechas. Rectoría y regulación del
Estado, administración campesina de la oferta, alianza del Estado con los sectores
productivos y desmantelamiento de las prácticas monopólicas. Precios
remunerativos para la producción agropecuaria y forestal. Medidas de
ordenamiento de los mercados en favor de los pequeños productores. Regulación
de las importaciones de maíz, café, productos forestales y otros. Garantizar compras
gubernamentales prioritarias a pequeños productores organizados.
Fortalecimiento
de la propiedad social de la tierra y respeto
a los derechos de los pueblos originarios, a sus modos de producción, vida y
cultura; defensa de la propiedad
social de la tierra y valorización campesina de la tierra y recursos
territoriales. Reconocimiento del Derecho al Territorio de
comunidades indígenas campesinas y respeto al Consentimiento Previo Libre e
Informado ante proyectos extractivos en todas sus formas: mineros,
hidroeléctricos, eólicos, turísticos, inmobiliarios, etc. Implementación
efectiva del Derecho a la Consulta y respeto del Derecho al Disentimiento.
Manejo autónomo y comunitario de los bosques y demás recursos renovables y no
renovables en territorios indígenas. Visibilización de las contribuciones,
necesidades e iniciativas de mujeres, jóvenes y personas de la tercera edad.
Estrategia integral de equidad y empoderamiento de mujeres y jóvenes rurales. Acceso
universal a telefonía e internet gratuito en todas las comunidades rurales. Exigimos
que la Ley de Telecomunicaciones incluya del derecho de comunidades y pueblos
indígenas a crear radio y televisión comunitarias.
Reorientación
del gasto público de los programas de atención campo hacia el desarrollo rural
sustentable, priorizando la estrategia de reducción de pobreza y la eliminación del
hambre mediante programas de desarrollo productivo, de seguridad alimentaria
basada en el desarrollo de semillas criollas y aprovechamiento integral de la
pluriactividad, inversión en empresas y proyectos agrícolas y no agrícolas
generadores de empleos locales; asegurar la inclusión financiera mediante
sistemas de organizaciones de ahorro y crédito confiables y eficientes;
combinar inversiones de subsidios,
capital de riesgo, asociación público-privada para la creación de empleos
decorosos, el impulso a las cadenas de valor en empresas campesinas e indígenas;
el acceso al crédito y todos los
servicios financieros de ahorro, microseguros, medios de pago para campesinos,
combinado con una inversión en activos públicos que garanticen servicios de
educación, salud, comunicaciones y vivienda.
Derecho a la calidad de vida y
plena ciudadanía para los pobladores del campo. Plena realización de derecho
a la alimentación y al bienestar (empleo, salud, vivienda –producción social de
vivienda-, educación, servicios financieros adaptados y de proximidad, cultura,
recreación) para las familias y comunidades rurales. Acceso a la información y
fin a la opacidad de programas públicos y obligación de los tres niveles de
gobierno al rendimiento de cuentas.
Fomento y apoyo a la formación y funcionamiento de Organizaciones locales y
regionales tendiendo a la diversificación productiva, social y cultural. Políticas de Estado para
combatir la desnutrición y obesidad con alimentos sanos y nutritivos producidos
en México. Programa Nacional Alimentario y Nutricional. Alto a la
“chatarrización” de la comida mexicana promovida por las empresas
transnacionales. Exigimos mantener el apoyo a la producción social de vivienda
a través de CONAVI y todos los programas de vivienda.
Participación
plena y efectiva de las organizaciones campesinas e indígenas en el diseño de las
políticas contra el Cambio Climático, demandamos la reorientación de la
política de Áreas Naturales protegidas; reinvindicamos el derecho del
aprovechamiento y uso sustentable de bosques y ecosistemas naturales. Impulso a
la diversificación productiva; de la ganadería y agricultura sostenibles y del
reconocimiento y pago de servicios ambientales. Las políticas de conservación
pasiva que restringen los derechos de campesinos e indígenas sólo generan
degradación y destrucción de los ecosistemas forestales. También exigimos
participación en el diseño de los programas de desarrollo productivo y en las
nuevas estrategias de reforma a la banca de desarrollo para que sirva
efectivamente al desarrollo y no siga ampliando la desigualdad al concentrarse
en los grandes productores. Exigimos una reforma financiera incluyente y un
programa de fomento a la organización de intermediarios financieros campesinos.
Ciudadanía
plena y derecho a la organización autónoma de los productores y pobladores rurales, autogestiva, plural y democrática de los pequeños y medianos
productores agropecuarios y forestales (pympas). Fin al uso clientelar y
político electoral de los recursos y programas públicos.
No a los techo$ que asignan las dependencias a determinadas organizaciones. Un
presupuesto público y mejor funcionamiento de las instituciones en apoyo a la
producción campesina en México, y no al servicio de las grandes empresas.
Los campesinos y campesinas del país no aguantamos
más. Treinta años de neoliberalismo y dos décadas de TLCAN son suficientes. No
queremos un gobierno que prometa una cosa y haga otra. No al continuismo
neoliberal en la agricultura, la alimentación y en la (des)consideración del
medio rural.
Llamamos a las organizaciones y movimientos campesinos
nacionales, regionales y locales a movilizarnos en torno a las cinco demandas
generales centrales por un cambio de fondo en las políticas agroalimentarias y
rurales del país.
Exhortamos a las organizaciones y movimientos
rurales autónomos a resistir la cooptación, el divisionismo y la pasividad.
Llamamos al gobierno federal a dejar de lado la
simulación, el clientelismo y el corporativismo y emprender un nuevo camino de
diálogo democrático para alcanzar acuerdos concretos para el cambio de fondo en
las políticas hacia el campo.
¡El
campo no necesita monopolios, dependencia, TLCs, pactos ni techo$!
¡Necesita
cambios de a deveras!
Atentamente
Consejo Nacional de Organizaciones Campesinas CONOC:
Asociación Mexicana de
Uniones de Crédito del Sector Social (AMUCSS), Asociación Nacional de Empresas
Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC), Coordinadora Nacional de
Organizaciones Cafetaleras (CNOC), Coordinadora Estatal de los Productores de
Café de Oaxaca (CEPCO), Frente Democrático Campesino de Chihuahua (FDC),
Movimiento Agrario Indígena Zapatista (MAIZ), Red Mexicana de Organizaciones
Campesinas Forestales (Red MOCAF)