A CINCO DÍAS DE HUELGA DE HAMBRE
A la solidaridad de la gente y de los pueblos
A quienes resisten y enfrentan la persecución
A quiénes levantan su voz y son encarcelados injustamente
A quienes se organizan para no olvidar
En memoria de nuestros muertos luchan
A cinco días de Huelga de Hambre.
Porque NO existe memoria sin justicia, ni
paz sin verdad.
Hoy cumplimos 6 días de acciones en la Jornada por la detención de los
asesinos de Bety Cariño y Jyri Jaakkola, y 5 de ellos en huelga de hambre,
acciones encaminadas para exigir justicia. Hemos contado con la solidaridad de
muchas compañeras y compañeros, de nuestras familias que caminan a nuestro lado
y demandan la detención de los asesinos. También, algunos presos políticos,
acusados por defender la vida y la tierra, desde la cárcel se han pronunciado y
sumado a nuestra huelga de hambre. Y, sobre todo, hemos tenido el apoyo de
quienes están aquí acompañándonos con su presencia y solidaridad en esta huelga
que demanda y confronta al estado para que procesen, bajo la leyes propias de
un Estado de derecho, a los responsables de las muertes de Bety y de Jyri, de
quienes recordamos sus palabras en nuestra memoria y nuestro corazón, y nos
fortalecen para seguir adelante.
Y es que no existe memoria sin justicia, ni paz sin
verdad. Por ello, es preciso volver a decir que Bety fue ultimada no sólo por
los dirigentes del grupo
paramilitar UBISORT, sino desde el gobierno priista de Ulises Ruiz Ortiz, quien a pesar de que es sabido que él
robó, encarceló, reprimió al pueblo oaxaqueño, asesinó a dirigentes sociales, y
que en su gobierno hubo desapariciones forzadas, vive en la impunidad por el
acuerdo y los pactos entre la clase política y el gobierno.
¿Qué más podemos expresar? Llevamos cuatro años exigiendo
justicia. La familia de Jyri y yo, como compañero de Bety, hemos tocado todas
las puertas necesarias de las instituciones correspondientes; hemos escuchado
las palabras huecas de autoridades, desde presidentes de la república a
procuradores, ministros de relaciones exteriores, subsecretarios, fiscales,
gobernadores y de cada una de sus instituciones estatales y federales
encargadas de impartir justicia. Pero ya no creamos en sus falsas promesas.
Después de cuatro años, seguimos aquí, nuevamente
gritando, exigiendo nuestra demanda que es la de miles de mexicanos que ven y
viven en este país, donde no se puede estar peor: alto a la impunidad, a la
corrupción. Son las propias víctimas de este país quienes han puesto nombre y
rostro a los agresores, porque las instituciones son obsoletas, incompetentes y
corruptas; y aun así, siguen demandando justicia.
¡Por eso estamos aquí, y aquí seguiremos! Por plena
conciencia, porque queremos a los responsables en la cárcel, porque queremos
justicia en México, porque exigimos que se cumpla la ley. Hacemos un llamado
desde este lugar para que nuestra voz se escuche mediante ustedes, quienes
resienten y enfrentan la persecución del estado, del crimen organizado o los
grupos de poder; quienes levantan la voz o son encarcelados por demandar sus
derechos y defender al pueblo; quienes se organizan para no olvidar las
vejaciones y las violaciones a nuestros derechos. Por la memoria de nuestros
muertos. Por los que luchan por la vida.
¡Justica para Bety y
Jyri!
¡Detención de los asesinos Ya!
¡No más impunidad!
¡La omisión es
complicidad!